El deficiente estado de conservación del retablo, provocado en buena parte por xilófagos, requirió de una actuación basada en la recuperación de los elementos que conformaban la composición.

Tras un análisis en profundidad, en el que se incluyeron procedimientos radiográficos, se desarrolló la intervención. En ella destacaron acciones como la fijación y sentado de la policromía, el tratamiento fungicida e insecticida o la reintegración cromática.